jueves, 27 de septiembre de 2007
Fama Fraternitas (10): Los sucesores
"Pero, esto queremos confesar públicamente, nosotros presentas en honor Dios, que cualquier secreto que hemos aprendido del libro M.(aunque tenemos delante nuestros ojos la imagen y modelo de todo el mundo) no hemos visto nuestras propias malas fortunas, ni hora de muerte la que sólo DIOS mismo conoce, cosa que nos hace estar listos continuamente. Pero, más de esto en nuestra Confesión (Confessio Fraternitatis) donde damos 37 razones para ahora hacer conocer nuestra Fraternidad y tomar parte en tan altos misterios sin restricciones ni dinero. También prometemos más oro que ambas Indias mandan al Rey de España, porque Europa está con niño y dará un poderoso niño que tendrá la necesidad del regalo de un gran padrino. Después de la muerte de J.O. no descansó el Hermano R.C. sino tan pronto como fue posible llamó los demás a venir (y como suponemos, fue entonces hecha su tumba). Aunque hasta esa hora nosotros (quienes éramos los últimos) no sabíamos cuándo nuestro amado padre R.C. murió, y sólo teníamos los simples nombres de los principiantes y todos los que iban a seguirles. Sin embargo, llega a nuestra memoria un secreto, cual en oscuras y ocultas palabras a veces en conferencias referente a los 100 años, el Hno. A, el sucesor del D.(quien estaba en la segunda fila de sucesión), habiendo vivido entre muchos de nosotros) nos informó de la tercera fila que iba venir después. Eso sí, tenemos que confesar que después de la muerte de dicho A. nadie de nosotros ha tenido conocimiento sobre Hermano R.C. y de sus primeros Hermanos en la Fraternidad, de lo que se conseguía sobre sus vidas y trabajos en nuestra BIBLIOTHECA filosófica entre los cuales fue considerada como la principal; ROTA MUNDI, más artificial y PROTHEUS como de más ventaja."
"De la misma manera no sabemos con certeza si los de la segunda fila han sido dotados de la misma sabiduría como los primeros y si éstos fueron admitidos de saber todas cosas. Después de esto se declara a nuestro buen lector, no sólo lo que hemos oído del entierro de R.C., pero también hecho manifestado públicamente con la previsión y comando de Dios, a quien obedecemos con toda fe, que si contestan reprobando esto discretamente y de manera cristiana no tendremos miedo de públicamente dar impresos nuestros nombres y apellidos, nuestras reuniones o lo que pidan de nosotros."
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